viernes, 3 de mayo de 2013

Decidiste tarde. Kass Finol

En esta ocasión les vengo a hablar de un libro que ignoro si conocen, pero que les digo que deberían conocer. Desde ya les digo que si esperan encontrarse con seres mitológicos, grandes batallas estilo El Señor de los Anillos, amores interespecie como Crepúsculo o fantasías eróticas como 50 Sombras, no tienen nada que hacer con este libro. Sin embargo, si lo que les gustaría leer después de la sobrecarga erótica (en ocasiones absurda) que está sufriendo el mundo, es algo fresco, nuevo, fluido y ameno, pues les recomiendo Decidiste tarde.

Primero hablemos de la autora. Kass Finol es una talentosa venezolana como las tenemos por montones en el país, y nos lo demuestra con la facilidad que tiene para dirigir la trama con fluidez y sin complicaciones a través de las vivencias de los personajes, ingeniosamente creados y presentados a todo lo largo de la historia. Éste en particular no es un libro largo, pero no por eso se vuelve menos interesante. Kass es autora también de un completo reparto de novelas, algunas enlazadas entre sí como sagas, y otras independientes, además de ser parte de antologías junto con otros talentosos escritores y escritoras a nivel nacional e internacional. (Saga "Hijos de la Noche", saga "Trilogía de la invocación", saga "Mundo de Sombras", saga "Princesas Inmortales", libro "Ellos dictan yo solo escribo", relato "Decidiste tarde", antología "La llave")

Con respecto a "Decidiste tarde" en particular, pues hay varias cosas que decir.

Primero. Existe fluidez, coherencia y un debido respeto por cada aspecto "relevante" para el desarrollo de la trama, así como los tiempos en que tienen que desarrollarse.

Segundo. Kass no se da mala vida (ni nos la da a nosotros) utilizando palabras de ésas que hay que buscar en un diccionario para poder entender, ni frases tan autóctonas de su región que nos vuelva difícil comprender la mitad de los diálogos, como por ejemplo sucede en las obras de Megan Maxwell.

Tercero. Se toma su tiempo. No se apresura en explicar ciertos detalles para "salir de ellos" y que sea problema del lector si los conecta debidamente o no con cada situación. Ella habla del pasado cuando la situación amerita un explicación rápida, y no entra en detalles innecesarios, aburridos o aparatosos.

Cuarto. No se ven esos megapárrafos que hacen que una se tenga que preparar mentalmente para leer y leer y leer; porque, afrontémoslo: en ocasiones el personaje principal, el narrador protagonista, se extiende tanto pensando, maquinando, adivinando, suponiendo y demás que llega a resultar un poco engorroso, y cuando, al fin, aparecen los diálogos, es como un respiro después de una larga caminata. Y en ocasiones ello no es bueno.

Quinto. Hay una hilaridad en la historia que permite diferenciar las ideas secundarias de la trama principal. Kass no se va por las ramas, hablando y hablando, describiendo como loca y luego volviendo de golpe al sendero primario, dejando al lector con un signo de interrogación en la cara y obligándolo a retroceder la lectura para no perderse. Con la novela María, de Jorge Isaacs, sí pasa así, y la verdad es que por eso es que aborrezco esa historia en particular.

Sin embargo, y aquí debo detenerme para hacer algunas observaciones, existen algunos detalles que, como lectora-adicta y amante de la gramática que soy, no puedo dejar pasar.

En primera instancia, al menos la edición que yo me leí, tiene errores gramaticales y mal uso de ciertas palabras homófonas. Además, existen algunos problemas con los signos de puntuación mal utilizados al igual que con las mayúsculas. Este libro está narrado desde el pretérito, en primera persona del singular, y debido a esto y a la complejidad que presenta este tipo de narración, hay palabras que no se han sabido llevar de forma correcta para que las expresiones concuerden. Es decir, no es que esté mal escrito, es más una cuestión de fonética estética, por así decirlo, que al leer resulta algo molesto.

No obstante, y dirán ustedes si es cierto o falso, cuando algo gusta, los errores se pasan fácil y hasta gustosamente por alto y, actualmente, el libro está siendo reeditado para sacar el formato físico, así que son pequeños detallitos que van camino a un ajuste.

Sinceramente no soy de esos lectores condescendientes que le quitan hierro al asunto sólo porque el escritor se esforzó; yo creo firmemente en la calidad de los productos y, para mí, el público se merece sólo lo mejor. Yo no recomiendo un libro que no me guste y jamás caería en la hipocresía de darle cuatro estrellas a una novela que se merece dos. Es por esto que con toda la libertad del mundo me permito decirles: Decidiste tarde vale la pena. No he leído los demás libros de Kass, pero si es como este, pues también los recomiendo.

Por consiguiente, exigente hasta resultar irritante como soy, otorgo 4/5 estrellas al libro.

Y les dejo el link del blog de Kass:

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